Somatizaciones infantiles

Somatizaciones infantiles
Resulta no inusual que los niños en especial los que oscilan entre los 3-7 años sufran de virus, dolores, asma, caídas, infecciones e infinidad de alteraciones que tienen que ver con su cuerpo, por obviedad y lógica el conducto regular y primer paso que dan los cuidadores es asistir al médico pediatra, allí, se comienza un proceso con medicamentos, cuidados básicos o cuidados que tienen que ver con el medio ambiente, es decir, aislamiento, inasistencia al preescolar o colegio. Hasta allí, no existen grandes novedades, sin embargo, existen dos vertientes que me han llamado la atención.
La primera, son los nuevos diagnósticos que llegan a resultar un poco ambiguos cómo son la llamada "defensas bajas" o la cantidad de alergias que en la actualidad se presentan, llevando a niños de corta edad a someterse a procesos médicos y medicinales intensos, y a su vez, llevar a cuidados extremos, tal cual persona de la tercera edad; lo que en el fondo expresa este tipo de diagnósticos es lo reiterativo con qué los niños/as sufren recaídas. El segundo punto que capta mi atención es el abordaje por parte de los cuidadores, en especial de los padres de familia. El pasar de un medico a otro, el incluso visitar "brujas" o médium como una forma de resolver "la enfermedad" de los niños, asimismo, las disparadas inasistencias sin justificación médica a los centros escolares, las visitas en exceso a enfermerías de los colegios por parte de los niños de los primeros grados escolares son un síntoma que debe ser analizado en diferentes perspectivas y la psicología y el psicoanálisis pueden aportar bastante. Veamos como:
En primer lugar, es fundamental tener en cuenta que a si cómo los adultos padecen de enfermedades o afecciones físicas a causa y raíz de alteraciones emocionales, los niños también, hago un paréntesis para hacer un llamado a nombrar y visualizar la vida emocional de los niños como un hecho fundamental en su proceso de crecimiento, y es que debemos dejar a un lado los imaginarios frente a la niñez cómo aquellos que expresan que "los niños de nada se preocupan", "que no tienen responsabilidades mayores" o creer que por no saben toda la verdad de una situación X no perciben las cargas emocionales de su entorno.
Continuando entonces con que los niños al igual que los adultos pueden somatizar las cargas emocionales que viven, existe un plus dentro de esta teoría y es que los adultos tienen diferentes modos de expresar sus acontecimientos, en apariencia tienen más recursos simbólicos y posibilidades del medio para hacer-con-eso que los perturba, ejemplo, pueden ir al psicólogo por decisión propia, el niño/a no, el niño/a no dispone de las misma herramientas en su entorno para hacer-con-eso que no anda bien, es allí, donde la enfermedad se vuelve un modo de expresión, una manera de hacer con lo que realmente dispone, es decir, su cuerpo, su cuerpo como vehículo y posibilidad de expresión emocional.
Allí uno de los factores determinantes es como los padres le restan sentido a los acontecimiento del entorno del niño, se le quita importancia o significado a la separación de los padres, al estado de animo o angustia que ambos o alguno puede vivir, la relación con el resto de la familia , la misma ansiedad materna o paterna por que al niño no le pase nada, a mantener a tope su ideal de madre/padre cuidador, la llegada de un hermano/a, en fin, cualquier acontecimiento que altera la vida emocional o psíquica de un niño/a, acá un diagnostico médico genera un norte, genera un quehacer por parte del padre, pero obtura de algún modo la responsabilidad de los padres y obtura la posibilidad de generar simbolización por parte del niño.
Otro aporte importante que la clínica brinda, es que "la enfermedad" genera un nombre, una identificación para el niño, recuerdo una niña de 4 años que me decía a cada instante que ella era asmática y que por eso no podía correr y jugar, se nombraba más como asmática que por su nombre propio u otras cualidades que pudiese poseer. Nombrar o identificarse con la enfermedad le permite al niño tener un modo de vincularse con el adulto cuidador, donde su posición de "débil" le llevará a cuidados especiales. Aunque también, "enfermarse" es un proceso de elaboración de aquello que lo afecta, claro está, el precio es bastante costoso. Es el adulto, en especial los padres que deben marcar un punto de sentido para lo que al niño le sucede.
Con todo lo anterior no se quiere decir que la enfermedad física no sea real, claro, el dolor, el malestar y la fiebre no es algo inventado, lo que este articulo quiere resaltar es que allí donde no hay proceso de simbolización de un acontecimiento, situación o vivencia emocional que altera los procesos psíquicos del niño (aunque este aparentemente no diga que le duele o afecte) puede ocasionar una descarga pulsional (energética) de tal magnitud que causa afecciones físicas, somáticas. En otras palabras, además de dolex, reposos y abrazos, el niño necesita palabras y espacios que le ayuden a elaborar su realidad emocional.
Es importante mencionar que en la medida que la magnitud de las afecciones en el niño/a sean mayores es propenderá a que su cuerpo se afecte más, es así como niños victima de abuso sexual, abandono, violencia y/o negligencia mostrarán y alertarán por su cuerpo, que algo allí ocurre.
Es así entonces, cómo cuando una enfermedad no cesa de aparecer, cuando los dolores de estomago o de cabeza son reiterativos y en muchas ocasiones "aparecen y desaparecen" casualmente o causalmente, es importante accionar a interpelar desde el sentido, desde un lugar de escucha más allá de lo obvio, y es que no se trata de reducir a que el niño "quiere manipular" de nuevo esta posición obtura la posibilidad de elaboración simbólica por parte del niño.
No duden en buscar ayuda integral para acompañar a los niños en este proceso de simbolización donde en ocasión, los padres también deberán pasar por dicho proceso, pues los adultos no son ajenos a este vivencia de somatizaciones de sus afecciones emocionales y el modo de relacionarse por la enfermedad es más común de lo que creemos.
Culmino con esta bella e ilustrativa cita:
"Y alguien tiene que nombrar lo que se siente para ir transformando el afecto (energía sola) en sentimiento, para lo que es necesario suponer que hay alguien que siente, un sujeto del placer y del dolor y del miedo y la tristeza" Beatriz Janin